Museo siglo 18 veneciano Ca' Rezzonico

Dorsoduro 3136 - Ca' Rezzonico


Ca’ Rezzonico es uno de los palacios más escenográficos e inolvidables del Gran Canal. Con su fachada de mármol y su presencia majestuosa en pleno corazón del sestiere de Dorsoduro, hoy alberga el Museo del Siglo XVIII Veneciano — un auténtico viaje al siglo de oro de la pintura, de la sociedad y de la cultura lagunar. No es un museo “sobre” Venecia, es un museo “dentro” de Venecia: aquí no se observa simplemente el siglo XVIII, se atraviesa habitación tras habitación, entre estucos, techos frescados, salones aristocráticos, lámparas de cristal, muebles originales y objetos decorativos de época.

Las obras de los grandes maestros del Settecento veneciano — Tiepolo, Rosalba Carriera, Pietro Longhi, Francesco Guardi, Canaletto — viven en el tipo de contexto arquitectónico para el cual fueron originalmente creadas. Ca’ Rezzonico no es una galería neutral: es un ambiente inmersivo. Subir su gran escalera es como entrar en una residencia noble de la época en que Venecia era la capital estética de Europa.


El Palacio y su Historia

La construcción de Ca’ Rezzonico comenzó a mediados del siglo XVII, proyectada por Baldassare Longhena, el arquitecto de la Basílica della Salute. El palacio se completó sólo en el siglo XVIII, cuando pasó a manos de la poderosa familia Rezzonico — de la cual toma su nombre. En este mismo palacio creció quien sería el futuro Papa Clemente XIII.

En 1935 Ca’ Rezzonico se convirtió en museo cívico y, con los años, la ciudad de Venecia reconstruyó interiores completos del siglo XVIII gracias a adquisiciones y donaciones fundamentales.

Entre las más significativas destacan las colecciones de Egidio Martini y Ferruccio Mestrovich, que añadieron más de trescientas obras — entre ellas pinturas de Cima da Conegliano, Alvise Vivarini, Bonifacio de’ Pitati, Tintoretto, los Ricci y nuevamente Tiepolo, Longhi, Rosalba Carriera y los Guardi. Un tesoro dentro de otro tesoro.


Qué ver en el interior

  • estucos y techos pintados de Giambattista y Giandomenico Tiepolo
  • pasteles de Rosalba Carriera, la retratista más célebre de su época
  • escenas de la vida cotidiana veneciana de Pietro Longhi
  • vedute de Canaletto y Francesco Guardi
  • mobiliario, lámparas, instrumentos y decoraciones aristocráticas
  • una farmacia del siglo XVIII reconstruida en los pisos superiores

Lo más sorprendente es la continuidad: sala tras sala, no se tiene la sensación de estar en un museo — se tiene la sensación de ser un invitado en una casa noble del siglo XVIII.


¿Para quién es recomendable?

Ca’ Rezzonico es ideal para quienes:

  • aman el arte veneciano y quieren verlo en su contexto original
  • prefieren museos refinados y no caóticos
  • viajan con adultos o adolescentes interesados en cultura
  • quieren comprender la Venecia aristocrática “antes del ocaso de la República”

También es perfecto para una tarde cultural después de un paseo por las Zattere.


Cómo llegar

La parada de vaporetto más cercana es Ca’ Rezzonico, servida por la línea 1.

Otras paradas útiles:

  • San Tomà – Línea 1
  • Accademia – Línea 1 / Línea 2

Horarios y Entradas

Horario: abierto todos los días excepto martes — 10:00 – 18:00 (último acceso 17:00)

Entradas:
Adulto: €10,00
Reducida: €7,50
Residentes y niños 0–5: gratuito


Qué ver cerca (la auténtica Venecia local)

  • Zattere — paseo luminoso frente a la laguna, muy querido por los venecianos
  • Squero de San Trovaso — uno de los pocos astilleros donde aún se construyen góndolas
  • Campo San Barnaba — fotogénico y clásico
  • Campo Santa Margherita — corazón de la vida de barrio y de los estudiantes
  • Basílica della Salute — a 10 minutos a pie, con vistas extraordinarias
  • Galerías de la Accademia — obras maestras de la pintura veneciana
  • Punta della Dogana — arte contemporáneo en una ubicación única

Una forma encantadora de llegar es cruzar el Gran Canal en vaporetto y luego caminar sin prisa por las callejuelas del sestiere.


Conclusión

Ca’ Rezzonico no es sólo un museo — es una cápsula del tiempo. Aquí el siglo XVIII no es algo para “mirar”, sino algo que se puede habitar. Visitar Ca’ Rezzonico significa entrar físicamente en el imaginario cultural del siglo en que Venecia era la capital de la elegancia y el estilo en Europa.

Y al salir, mirando el Gran Canal, se comprende por qué la Serenísima llamaba a esa época “el siglo de la gracia”.